TRAMO LOBRAS-CÁDIAR
Distancia entre núcleos urbanos de Lobras-Cádiar: 8 Km. 2 h
Merece la pena adentrarse en los callejones detrás de la plaza de la iglesia todos ellos cubiertos de plantas, y es que podríamos llamar a Lobras, por las macetas que le dan colorido a todas sus calles, el pueblo de las flores. Más arriba, en el barrio del Chorro nos encontramos la fuente del lavadero, enfrente de ella junto a un nogal tomamos el camino que va entre olivos cruzando un par de barranquillos para llegar a la era de Fuentezuelas (sobresale un ailanto como único árbol junto a ella). Seguimos a la izquierda y alcanzamos una primera loma, esta tiene unas higueras inclinadas hacia el este, dirección que seguimos hasta que alcanzamos la siguiente loma por donde transcurre la vereda de la Escalona. Bajamos por ella y cuando se bifurca el camino tomamos el de la izquierda, que pasa por un poste de cemento de la luz. Esta vereda nos bajará hasta la rambla de Albáyar justo en el punto donde coincide con el sendero GR-7, el cual también pasa por Lobras.
Nosotros seguimos descendiendo toda la rambla hasta desembocar en el Guadalfeo. Allí llegamos a una carretera y la tomamos a la izquierda para cruzar este río. Desde el puente se ve un poste con un molinillo de viento y unas placas solares que sirven para alimentar el caudalímetro que va midiendo la cantidad de agua que lleva en este punto el río.
Tras cruzar, dejamos la carretera para subir por la rambla del Lagarto. Pero la dejaremos enseguida, para adentrarnos a la izquierda en el cortijo del Buen Humor: un antiguo molino de aceite rodeado de olivos. Ya detrás del cortijo empezamos a subir por la loma. Tras un fuerte desnivel atravesamos un pequeño descampado y así entramos en el encinar por un pequeño cortafuegos. Este sube hasta el cerro del Almirez, pero nosotros lo dejamos y bordeamos su cumbre, tomando a la izquierda una vereda más suave. Nos hemos adentrado en lo que es el bosque Mediterráneo: el encinar con su sotobosque de jaras y retamas.
A la vez que tomamos altura por la loma vuelven los cultivos de almendros e higueras. Nos encontramos una pista justo cuando pasamos por una era abandonada (y restos de las ruinas de los muros del cortijo “de los zapateros”). Seguimos rectos por la pista hasta llegar a las ruinas del cortijo Cayón (con este nombre se le conoce a la loma que recorremos en su totalidad). Aquí dejamos la pista para subir por una diminuta vereda y por ella más arriba volveremos a encontrarnos con una pista de tierra, junto a una alberca vacía a la izquierda y unas viñas a la derecha. La pista la tomamos a la derecha y vamos cruzando los distintos cultivos de secano típicos de esta zona de la Alpujarra: almendros, higueras y viñas. Enfrente de unas higueras hay un cruce que continuamos rectos, pero si nos desviásemos a la izquierda enseguida llegamos a unas viñas puestas en espaldera. Encima de ellas tenemos un buen mirador sobre la cara sur de Sierra Nevada, donde se divisan diez pueblos alpujarreños sobre sus laderas. Siguiendo nuestro camino nos encontramos con una estación meteorológica (podremos ver los datos de la temperatura, humedad, cantidad y dirección del viento, las lluvias, diaremiamente en la página web: www.alqueriamorayma.como/estaciones.htm). Hemos llegado a la carretera A-348 justo donde se encuentra a la izquierda el centro agro turístico Alquería de Morayma, un alojamiento con comedor con una arquitectura digna de visitar y con una arboleda que invita a un paseo por sus alrededores: la granja, las fuentes que rodea la sala de trabajo y la ermita.
Antes de alcanzar la carretera junto a una rústica parada de autobús, nos despedimos si miramos hacia atrás de Lobras, Juviles y Tímar, pueblos que se perderán ahora de nuestra vista. Seguimos la carretera A-348 al a izquierda y a unos 5 minutos dejamos a la derecha el cruce de la carretera A-345 que lleva a Albuñol y va a la playa. Cien metros más adelante nos encontramos la planta de transferencia. En este lugar comprimen la basura que se trae de los pueblos de los alrededores y la trasladan a la planta de Vélez Benaudalla. Desde aquí podríamos seguir la carretera 600 metros hasta que cruza un barranco, pero para ahorrarnos el asfalto tomamos a la izquierda una pista de tierra. Esta, en un principio, se divide y continuamos a la derecha. Más adelante cuando la pista comienza a bajar se divisan enfrente los pueblos de Los Berchules y Alcútar debajo de los Cerros del Peñón (2.754 m) y del Gallo (2.919 m), y algo después la dejamos para tomar una vereda a la derecha. La bajada ahora va por una cresta paralela a la carretera, en un principio poco definida entre retamas y genistas (bolinas se les llama por la zona) y al final cae ya pronunciadamente hacia un barranquillo. Subimos por él junto a un morero y a unos metros de este gira a la derecha y le cruza encima la carretera. En este punto tenemos cercana a la izquierda la población de Cádiar, merece la pena seguir la pista y luego la acequia de los Lobreros para entrar en el pueblo, pasear por el barrio bajo y visitar el molino de harina aun en funcionamiento de Domingo.
Fuente: Topoguía del sendero de Gran Recorrido GR-142, editada por ADR Alpujarra