CÁDIAR-LOBRAS-TÍMAR-JUVILES
Ficha técnica:
- Localización: Lobras
- Longitud: 9,9 km
- Duración aproximada: 3 h
- Dificultad: media
- Tipo de itinerario: lineal
(En todo momento hay que seguir las marcas y señales de sendero de gran recorrido, blancas y rojas)
TRAMO LOBRAS-CÁDIAR:
Distancia entre núcleos urbanos de Lobras-Cádiar: 5,3 Km. 1 h y 45’.
Comenzamos nuestro sendero en la Plaza de la Iglesia de Lobras, al recorrer sus calles nos damos cuenta de que sus nombres definen lo que tiene, la Acequia, la Iglesia, la Era, el Chorro, también está la calle de las Flores y efectivamente podríamos llamar a Lobras el pueblo de las flores.Nos dirigimos en dirección sur hacia la carretera, seguimos por ésta unos 200 metros, en los que nos rodean huertas y cultivos de olivos y almendros, hasta llegar a una era y un parque con bancos de piedra y algunas máquinas para hacer ejercicio. Este lugar se llama Era de los Llanos, catalogada como Elemento Patrimonial dentro de la declaración del Bien de Interés Cultural con Categoría de Sitio Histórico de la Alpujarra Media y la Tahá. (En la Alpujarra, sobre el lugar donde se trillan las mieses, se dice una adivinanza: “redonda como la luna, en verano come, en invierno ayuna”.)
Desde este lugar tomaremos una pista situada en el lado izquierdo del parque, en unos pocos metros nos desviamos por un sendero que nos encontraremos justo a nuestra derecha, y que desciende por la cuesta del Tejar hasta pasar junto a las ruinas del cortijo Fausto.
Ya hemos llegado a la Rambla de Albáyar, lugar donde se cruzan el GR-7 y el GR-142, en este punto hay que llevar especial cuidado de continuar por el GR-7, para ello cruzaremos el chorro de agua que pasa por la rambla y continuamos en la dirección de nuestra marcha, hacia el Este.
A unos 100 metros aproximadamente el sendero se desvía a la derecha y comienza a subir entre encinas y matorrales. Si pasamos por este lugar en primavera, y prestamos un poco de atención al suelo, podremos disfrutar de la presencia de unas preciosas orquídeas amarillas, de las llamadas orquídeas abejas, por la similitud de su flor con este insecto.
La loma por la que subimos es la loma de Cádiar, llegando al final de ésta el paisaje es único, nos ofrece unas espectaculares vistas de Lobras, Tímar y Juviles. Tenemos que cruzar esta loma para cambiar de vertiente y pasar al valle del Guadalfeo.
Después de unos metros y unas cuantas curvas en el sendero, pasamos junto a unos peñones donde se suelen posar las palomas torcaces, incluso los lagartos ocelados para tomar el sol. Cruzamos un manto de launa, tierra arcillosa que se utiliza como aislante e impermeabilizante en los tejados planos de las casas alpujarreñas, que se distingue fácilmente por su color grisáceo-azulado.
Si seguimos el sendero llegaremos a una acequia, llamada Acequia del Arenal, el río de Cádiar está justo a nuestra derecha, dependiendo de la época del año en la que recorramos este sendero, podremos oír su escandaloso caudal. La acequia la seguiremos hasta llegar a las ruinas del Cortijo de la Venta Mora, a partir de este punto, el camino continua por una pista de tierra durante 2 kilómetros hasta llegar al pueblo de Cádiar.
En este tramo del sendero el río lo llevamos a la derecha, y pasaremos junto a pequeños huertos familiares y plantaciones de frambuesa y kiwis. Justo antes de entrar al pueblo de Cádiar, cruzaremos el río por el primer puente que nos encontramos y seguimos río arriba por la carretera pasando junto al polideportivo.